No. No son lo mismo.
Ni son lo mismo unas políticas que otras.
No es lo mismo subir las pensiones mínimas, que desgravar las aportaciones a planes de pensiones privados.
No es lo mismo universalizar y hacer obligatoria y gratuita la educación hasta los 16 años, que subvencionar colegios religiosos que segregan por sexos.
No es lo mismo, ya que hablamos de educación, la corrección y templanza del ministro Gabilondo, que el desprecio y frivolidad de Aguirre al respecto.
Ni es lo mismo, hablando de terrorismo, el ministro que fue Rubalcaba, que el cainismo que destila Mayor Oreja.
No son lo mismo las fotos robadas de las hijas góticas de Zapatero con Obama, que el reportaje en el Hola del bodorrio de Estado de la hija de Aznar en El Escorial.
Ni siquiera son lo mismo los 130.000 euros que cobraba Hernández Moltó al año en CCM, que los millones de euros que se llevaban los de Novacaixagalicia o los de la CAM.
Ni era lo mismo CNN+ que Intereconomía.
No es lo mismo la reunión de las Azores, que la Alianza de las Civilizaciones.
No es lo mismo vender las joyas de la Corona, poniendo a un compañero de colegio como presidente del Consejo de Administración, para entrar por la puerta grande en el euro, que aguantar la tormenta perfecta -sin joyas de la Corona que vender- para mantenerse en ese mismo euro.
No es lo mismo el encomendarse al sentido común y al como Dios manda de Rajoy, que pedirle a los responsables de la que está cayendo que arrimen el hombro como hace Rubalcaba.
No es lo mismo la oposición destructiva y miserable que hicieron Aznar y Rajoy, que la que hizo Zapatero.
No. No es lo mismo.
Manuel
#853
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