domingo, agosto 19, 2007

La corbata en el punto de mira

La cravate, victime du réchauffement climatique

Plusieurs siècles après que les mercenaires croates aient ébloui les Français avec leurs cravates*, cet accessoire est peut-être une espèce en voie d’extinction – tout au moins en période estivale.

La première campagne anticravate a été lancée il y a deux ans par le Premier ministre japonais d’alors, Junichiro Koizumi, qui avait lui-même donné l’exemple.
L’un des acteurs économiques espagnols les plus en vue, le groupe de BTP Acciona, vient à son tour de porter un coup très dur à cet accessoire.
Le 25 juin, la climatisation a été baissée dans ses 200 agences espagnoles, de manière à remonter la température moyenne à 23-24 °C. Ce jour-là, plus de 90 % des 38 000 employés masculins du groupe ont suivi la recommandation qu’on leur avait faite de venir au bureau sans leur sempiternelle cravate. Acciona a ainsi créé la plus importante légion de salariés “décravatés” de toute l’Espagne. Les économies d’énergie réalisées par l’entreprise dans son seul siège madrilène, où travaillent plus de 600 personnes, réparties sur 10.000 mètres carrés, équivalent aux émissions annuelles de CO2 d’une voiture qui parcourrait vingt fois le continent africain, du nord au sud.

Renoncer à la cravate peut être un premier témoignage, symbolique mais important, de la contribution des entreprises à la lutte contre le gaspillage d’énergie.

* Le mot cravate pourrait venir de hrvat, “croate” en croate. Les cavaliers croates engagés par Louis XIII portaient une bande d’étoffe autour du cou.


¿Podría ser la corbata la gran sacrificada por un calentamiento que se nos va de las manos?

LaVanguardia, Antonio Cerrillo | 26/06/2007

La corbata, la prenda que simboliza la formalidad elegante o la sobria uniformidad global, está en jaque.
Y una de las empresas españolas de referencia, Acciona, le asestó ayer en su propio campo (el empresarial) un duro golpe que, al menos en verano, puede redefinir la historia de esta prenda.
O no.
En cualquier caso, más del 90% de los 38.000 empleados de Acciona siguieron ayer la recomendación de acudir a la oficina sin la sempiterna corbata. Acciona ha creado la más importante legión de oficinistas descorbatados de España.

Éste es un ejemplo más de que la ropa informal y fresca se impone en verano en las grandes empresas, que están empezando a prescindir de las corbatas, así como de los trajes chaqueta o la manga larga de la oficina, para no tener que bajar tanto la temperatura de climatización. Algunas de las principales corporaciones han decidido subir la temperatura del aire acondicionado a una media de unos 25 grados, para recortar el gasto eléctrico y prevenir emisiones de gases invernadero.
La campaña para acudir a las oficinas sin corbata fue promovida hace dos años por el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, que apareció luciendo cada día una camisa diferente pero sin corbata; y desde entonces la corbata está un poco de capa caída en las oficinas.
Varios siglos después de que los croatas deslumbraran a los franceses con sus cravates, este complemento puede entrar en crisis. Las túnicas y las togas fueron borradas del mapa clásico por la indumentaria de los bárbaros, y las corbatas pueden ser una especie en extinción víctima del cambio climático. Al menos, en verano.

Quitarse la corbata puede ser un primer gesto, simbólico pero relevante, de la contribución de las empresas para evitar el despilfarro energético. Pero no menos chocante es la imagen de las mujeres que deben abrigarse con una chaquetilla o rebeca para defenderse de una climatización excesivamente fría mientras en la calle hace un sol de justicia. Que haya que abrigarse con chaqueta habiendo una temperatura de 32 grados en la calle es algo que el planeta no puede permitirse; ni el planeta, ni una economía mínimamente responsable.
Acciona, la empresa que ha revolucionado el mundo de la publicidad (anunciando compromisos de verdad en favor del medio ambiente) está dispuesta a liderar la lucha contra el cambio climático dando ejemplo en sus propias sedes. Desde ayer, la temperatura de climatización ha subido de uno a dos grados en sus 200 oficinas repartidas por España, con lo que la temperatura media será de 23 a 24 grados, aunque pueden subirla según la circunstancias que se den.

El ahorro eléctrico conseguido por la empresa - sólo en su sede central de Madrid, donde trabajan más de 600 personas repartidas en 10.000 metros cuadrados- equivale al consumo de electricidad anual de 29 familias, a las emisiones anuales de CO2 de 35.860 neveras o a las que generaría un coche que recorriera África de norte a sur 20 veces.
La temperatura ideal en invierno debe ser de 22 grados de máxima, mientras que en verano la mínima debe ser de 25 grados.
Para lograr una temperatura de 25 grados es necesaria la colaboración de las personas, que deben acostumbrarse a ir sin corbata a la oficina en verano, pero también es preciso mejorar los sistemas de climatización para lograr que esa temperatura de 25 grados sea uniforme y confortable para todos.
Pero mantener esta temperatura uniforme de 25 grados en una extensa planta de un edificio no siempre es fácil. Es frecuente, por ejemplo, la queja de algunos usuarios de edificios acristalados que trabajan junto a ventanas, en las que se da una fuerte radiación solar que incrementa la temperatura. No sólo hay que acondicionar los sistemas de climatización, sino también de protección solar del edificio.

Sin embargo, ni grandes almacenes ni muchos comercios aprenden la lección.
Y muchas veces hay que comprar tiritando.


#173
Manuel

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