"¿Cuál es el valor de un ser humano?".
El sabio sacó un diamante del bolsillo y le dijo:
"Ofrece esta piedra a diferentes comerciantes del mercado y me cuentas qué tal te ha ido".
Primero entró en una frutería, y el frutero le dijo:
"Te lo cambio por un racimo de uvas".
Más tarde, un carpintero le dijo:
"Te ofrezco tres trozos de madera".
Fue a una bisutería, donde le cambiarían cien monedas de oro.
Y finalmente, el discípulo visitó la mejor joyería de la ciudad.
El joyero afirmó:
"Me encantaría poder comprártelo. Pero este diamante es tan valioso que no tiene precio".
El joven regresó con la piedra preciosa y le explicó a su maestro lo que le acababa de ocurrir.
Sonriente, el sabio concluyó:
"Al igual que sucede con esta piedra, para el que sabe ver,
el valor de un ser humano es inconmensurable".
el valor de un ser humano es inconmensurable".
Manuel
#790
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