miércoles, diciembre 01, 2010

WikiLeaks

Desde el 11-S, el Gobierno de Estados Unidos ha intensificado su vigilancia del pueblo estadounidense, interceptando nuestra correspondencia, escuchando nuestras conversaciones telefónicas y creando enormes bases de datos detallando el flujo y el contenido de nuestras comunicaciones privadas. Ahora aumentan los controles en los aeropuertos con escáneres intrusivos y cacheos humillantes.
Y cada vez que vemos nuestro derecho a la intimidad erosionado oímos el mismo argumento:

"Si no tienes nada que ocultar, no tienes nada que temer."

Pues bien, parece que se ha dado la vuelta a la tortilla con las filtraciones de Wikileaks, y el Departamento de Estado apenas puede contener su gran sensación de escándalo ahora que sus trapos sucios ya no se lavan en casa.
¿Pero es que tienen algo que ocultar?
¿Tienen algo que temer?
Mucho, parece.

Brian Engquist.

Manuel
#652

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