Avatar
No, el nombre de la película de James Cameron no procede de los personajes de Second Life, aunque podría tener algo que ver si uno se considera un dios en ese mundo virtual.
Avatar es una antiquísima palabra hinduista, y en general se refiere a la encarnación en la tierra de un dios, preferentemente en un humano pero también en un pez. El término, de etimología sánscrita, se refiere especialmente a Vishnu, que se reencarna terrenalmente, según la tradición, cuando algún mal amenaza al mundo. Una de las reencarnaciones más conocidas, y también más bellas, es la que se narra en el Ramayana, un largo texto épico hinduista del siglo III antes de Cristo supuestamente atribuido al poeta Valkimi (quien tiene un gran papel al final de la obra) y en el que se narra la gesta de Rama. En resumen: el príncipe Rama se casa con la bella Sita, que es raptada por Ravana, el rey demonio de Ceilán (hoy Sri Lanka), con varias cabezas, según algunas tradiciones . Rama, claro, va a por ella pero para lo que se alía con Hanuman, el dios mono, que manda a sus congéneres al rescate. Y claro, rescatan a Sita, aunque luego se monta un lío bizantino de infidelidades y reconciliaciones. Rama es considerado una reencarnación de Vishnu y la historia es considerada por muchos hindúes como una simbolización del triunfo del bien sobre el mal. El Jack Sully de la película de Cameron sería –salvando las distancias, inmensas- un dios reencarnado en un na’vi –los seres humanoides azules del planeta ficticio Pandora- creado por ingeniería genética.
Rama y Sita, por cierto, les gustaba aislarse en los bosques.
Brillante Camarada
Su nombre es Kim Jong-un; hijo del Amado Líder Kim Jong-il; y nieto Kim Jong – Sung, el Presidente Eterno de Corea del Norte, y eso que lleva bien muerto desde el 1994.
Este año ha sido designado heredero de la dinastía de los Kim, esa dictadura que se viste con ropajes del comunismo. No se sabe a ciencia cierta qué edad tiene. Tal vez nació en 1984, 1983 o 1982, como oficialmente señala el régimen de Pyongyang, que es posible que lo viera demasiado jovenzuelo para nombrarle sucesor y le añadiera un par de años. En un país donde la población está literalmente muerta de hambre, el Brillante Camarada luce unas carnes obscenas. Habría que llamarle Gordito General, como proponía Lluis Bassets en una columna. Dicen que estudió en un colegio de Suiza, bajo el pseudónimo de Pak Chol. Habla inglés, francés y alemán, por lo que si algún día decide usar las armas nucleares que atesora contra su vecino del sur, podría salir a anunciar directamente y en los tres idiomas que ha decidido borrar del mapa a todo aquel que no ceda a su chantaje.
Un cocinero desertor reveló que le apasionan las películas de Jean Claude Van Damme.
Desconcertante gusto.
Cablegate
El australiano Julian Assange, editor de Wikileaks, gateaba su primer año de vida cuando cinco hombres bajo sueldo de la CIA entraban con nocturnidad y alevosía en las oficinas del Partido Demócrata del hotel Watergate (Washington D.C.).
Era el 17 de junio de 1972. Los cinco fueron detenidos por intento de espionaje al Comité Electoral Demócrata, formación entonces en la oposición durante el primer mandato del republicano Richard Nixon. Su condena fue tan solo la punta del iceberg que el diario The Washington Post, bajo la firma de Bob Woodward y Carl Bernstein, se esforzó en sacar a flote para informar sobre delitos de fraude y espionaje bajo la Administración Nixon. La relevancia del trabajo periodístico desempeñado por los dos reporteros del Post, con la ayuda de las filtraciones de quien llamaron Garganta Profunda, el ex agente del FBI Mark Felt, ha ligado para siempre la palabra “Watergate” -o en su defecto, el vocablo “gate” usado como sufijo- a escándalos de implicaciones políticas destapados por los medios de comunicación. Este es el caso del Irangate, trama que salpicó a la Administración de Ronald Reagan por facilitar la venta de armas hacia Irán pesa a la existencia de un embargo para, a cambio, financiar a la Contra nicaragüense.
O el Cablegate, filtración por parte de la web Wikileaks de más de 250.000 cables o telegramas diplomáticos compartidos entre embajadas estadounidenses y la Secretaría de Estado con sede en Washington.
Cápsula Fénix
No le faltaban ni los colores de la bandera de Chile. El 14 de octubre, el mundo estuvo pendiente de las subidas y bajadas de la cápsula Fénix 2, el artilugio cilíndrico que rescató a los 33 trabajadores chilenos que estuvieron 70 días atrapados en la Mina de San José.
De uno a uno, se acomodaron en el interior de la máquina, de apenas medio metro de diámetro, y recorrieron los angustiosos 600 metros hasta la superficie. Para celebrar que todo salió bien, la unidad utilizada fue expuesta frente al Palacio Presidencial de la Moneda. Las otras dos, que se construyeron por precaución, también se están aprovechando y una de ellas estuvo en la Exposición de Shangai. El ingenio, que incluía tubos de oxígeno, mascarilla y un monitor que canalizaba la frecuencia cardiaca y respiratoria, puede servir de recordatorio para el mensaje que lanzó Luis Urzúa, nada más ser liberado.
El último en utilizar la Fénix pidió: “Que esto no vuelva a pasar”.
Estado de alarma
El estado de alarma, recogido en la Constitución para poner a la Administración pública excepcionalmente a las órdenes del Ejército, se aplica a una serie de supuestos que encajarían perfectamente en una película de catástrofes: terremotos, calamidades, inundaciones, incendios urbanos, accidentes de gran magnitud, epidemias, paralización de servicios públicos para la comunidad…
El caso de España no da para un guión de Hollywood, pero sí para un buen folletín por entregas: unos controladores aéreos pelín abúlicos decidieron ponerse enfermos en tropel el mismo día y paralizaron el espacio aéreo. El Gobierno, sin alarmismos, atajó la situación y plantó a los militares al mando de todas las torres de control del país.
Como los ‘salvajes huelguistas’ recuperaron la salud y volvieron a sus puestos ipso facto, el Ejecutivo ha decidido prorrogar el decreto 15 días más, con actitud de: “tomémonos el roscón tranquilos y luego ya veremos cómo resolvemos esto”.
Y es que el estado de alarma, por desgracia, no contempla en ninguno de sus apartados cómo salir airoso de una negociación sindical.
Eyjafjalla
La primera vez que leímos la palabra Eyjafjallajökull, a finales de marzo, muchos pensamos que alguien había apoyado el codo sobre el teclado del ordenador. Era el nombre de un glaciar islandés situado junto a un volcán de nombre sólo un poco más pronunciable, el Eyjafjalla, que había entrado en erupción y ofrecía, junto a fotos preciosas, pequeños inconvenientes como la evacuación de 500 personas. A las televisiones y webs les gustaron las imágenes de la vistosa montaña que seguía echando ceniza y más ceniza…
Y tanta ceniza echó que el 15 de abril el curioso fenómeno se convirtió en la mayor amenaza de la historia para los cielos europeos. Ese día Reino Unido, Irlanda, Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, el norte de Francia y Polonia tuvieron que cerrar sus espacios aéreos ante el riesgo que de que la nube emitida por el volcán paralizara los motores de los aviones. Un caos aéreo muy superior al generado por los atentados del 11-S se trasladó luego hacia el sur y obligó a clausurar, el 8 de mayor, 20 aeropuertos españoles. La situación no se normalizó hasta una semana después. La broma provocó pérdidas de más de 300 millones al día, según los cálculos de la OMT.
Y nos recordó que, pese a todos los adelantos tecnológicos, seguimos siendo muy vulnerables ante la fuerza de la naturaleza.
Flotilla
La tradición naval de la España más guerrera ha ganado una batalla a los ingleses, al menos en el lenguaje.
El término flotilla, enraizado en el castellano, se utiliza en los dos idiomas, aunque andaba algo en desuso por falta de motivación en los medios de comunicación hasta que seis embarcaciones, la flotilla de la libertad, con más de 500 activistas y 10.000 toneladas de ayuda humanitaria partieron el pasado més de mayo hacia la franja de Gaza, cuyas fronteras controla Israel. El objetivo de la flotilla era romper el bloqueo tanto físico como económico al que las autoridades israelíes someten al millón y medio de palestinos que viven en el territorio controlado por el movimiento islamista Hamás. El 31 de mayo, durante la madrugada, el Ejército israelí se lanzó por mar y aire al abordaje de la flotilla, con centro de operaciones en el barco turco Mavi Marmara. Nueve personas murieron durante las operaciones para controlar a la flotilla que finalmente fue desviada hacia el puerto israelí de Ashdod. La crisis desatada por la incursión israelí, que recibió muchas críticas pero no condenas de la comunidad internacional, no ha frenado las misiones humanitarias en formación de flotilla desde puertos del Mediterráneo hacia las costas de Gaza.
El pasado 26 de diciembre, el Mavi Marmara fue recibido entre vítores por miles de personas a su regreso a Estambul.
iPad
Todo el mundo esperaba que se llamase iTablet.
Si el teléfono era iPhone, lo lógico era que la tableta también.
El iPad parece, a primera vista, un iPodTouch ampliado.
Después de tocarlo y probar su sistema operativo, fluido, sencillo y pensado para interaccionar sin teclado, crea adicción. Apple ha conseguido vender más de 7 millones de unidades de un dispositivo cuya versión más sencilla roza los 500 euros. El objeto de deseo que no es un teléfono, no es un ordenador y no está pensado para trabajar, ha creado dos nuevos mercados.
El de las tabletas y el de las aplicaciones.
Los medios de comunicación y las editoriales lo siguen viendo como la puerta de entrada a Internet.
Jabulani
Lo que a simple vista puede parecer un balón resulta que no lo es. Que es una pesadilla.
Al menos para algunos porteros, sufrientes que fueron durante el Mundial de los caprichos de un objeto que, al parecer, adquiere vida propia según el golpeo que reciba. Enorme jaleo provocó este Jabulani, balón oficial del Mundial, que demostró hacer de la anarquía bandera, según se lamentaban afamados guardametas. El bicho, en esencia, viene a ser un esférico que presenta como principal novedad que está cubierto de ocho paneles en tres dimensiones, lo que, en opinión de los expertos en esferas, o esferólogos, le proporciona una redondez perfecta. Pero fueron muchos los jugadores, sobre todo porteros, que se quejaron porque, en su contrastada opinión, cogía trayectorias irregulares. Que parecía un balón de playa, hablando en plata. Alegó la FIFA, responsable del tinglado, que especialistas de las más prestigiosas universidades la consideraban la “pelota perfecta”.
Así las cosas, hasta la NASA tuvo que mediar en el conflicto, publicando un estudio en el que sentenciaba que, a velocidades superiores a los 72 km/h, el tal Jabulani es impredecible.
Vamos, como el fútbol.
Plan de rescate
Cual primo de Zumosol, saltó a escena con cientos de miles de millones de euros en cada brazo para socorrer a los países del euro con más problemas de déficit.
Tras ponerse en marcha en mayo con Grecia, no ha abandonado el patio de recreo en el que se han convertido los mercados de deuda a lo largo del año. En noviembre, esta especie de Frankenstein creado por los Estados de la UE y el FMI también tuvo que arremangarse para auxiliar a Irlanda. Con vistas al futuro, no se descarta que tenga que hacer lo propio con Portugal o España. Eso sí, llamarle para que te defienda de los matones del colegio no es barato, ya que a cambio hay que aceptar que Bruselas y el FMI dirijan la política económica nacional con duras medidas de ahorro.
La paradoja es que, al mismo tiempo que evita que los países caigan en suspensión de pagos al garantizar su deuda, es una multimillonaria red de seguridad que permite a los especuladores seguir haciendo piruetas.
Pulpo Paul
Sin llegar nunca a saberlo, este animal tuvo el gusto de transformar el Mundial de Fútbol de Sudáfrica en un divertimento incluso para los que odian el fútbol.
De repente y de forma insólita, el deporte rey dependía de los designios de un octópodo convertido en oráculo de Delfos y todos los medios de comunicación, incluso los que se dicen serios, emitían en directo sus pronósticos. Acertó todos los partidos para la mayor gloria de España, que se impuso a Holanda y logró su primera Copa del Mundo. Mucho se habló de posibles trucos del almendruco tras sus supuestos poderes adivinatorios y mucho más sobre su destino una vez acabada la cita deportiva, pero murió apenas unos meses después y a los dos años de edad en las instalaciones del Sea Life Centre en Oberhausen (Alemania), dejando a España con ganas de prohijarlo.
Esta Navidad, los peluches de pulpo con banderita son uno de los regalos más esperados en un país que hasta ahora lo mejor que sabía hacer con los pulpos era cocinarlos.
Tea Party
Algunos casi se tomaron como una broma, un poco pesada eso sí, la aparición de Sarah Palin en la vida política de EE UU como candidata republicana a la vicepresidencia.
Sin embargo, la ex gobernadora de Alaska se ha convertido en un personaje crucial en la derecha estadounidense gracias al Tea Party, un movimiento social, histéricamente conservador, que ha movilizado a las bases republicanas. Sus ideas básicas van desde la defensa de las armas ("Las pistolas salvan vidas", podía leerse en una pegatina en un Tea Party de Phoenix) hasta la lucha contra cualquier tipo de intervención estatal (su bestia negra es Obama, al que acusan de marxista y socialista).
Algunas de sus consignas son brutales ("Para inglés pulsa el 1, para deportación pulsa el 2" era otra consigna que jugaba con los contestadores que ofrecen varias idiomas) pero su calado social es imprevisible.
USCA
1. || Sindicato de controladores aéreos. La frágil salud de sus afiliados ha frustado durante todo 2010 los reiterados intentos de la agrupación para convocar una huelga no encubierta como protesta por el recorte de sus derechos laborales, también llamados "privilegios".
2. || Lobby aéreo capaz de dejar más de 600.000 personas sin vacaciones.
3. || Agrupación de empleados públicos dependientes, hasta el 4 de octubre, del Ministerio de Fomento, que trabajan ahora para el Ejército hasta el 15 de enero.
Vuvuzela
Escuchar (o sufrir) una de ellas durante un rato puede resultar cansino.
Hacerlo durante 90 minutos entra en el terreno del martirologio.
No tiene definición alguna en el diccionario español, pero se elucubra con que su etimología proceda del término vuvu, que en idioma zulú quiere decir “hacer ruido”, un eufemismo como otro cualquiera. Porque eso no es ruido. Eso es un alboroto, un pandemónium, el acabose, el fin del mundo. Durante el pasado Mundial, su masiva presencia en las gradas surafricanas provocó esmerados artículos, sesudos análisis y sonoros improperios, sobre todo improperios. Se trata de una especie de trompeta (y perdón por las trompetas) larga, normalmente hecha de plástico, que puede generar 127 decibelios, lo que ni siquiera consigue el motor de un avión en marcha, que llega a los 120. Hay dudas sobre si sufrirlas con frecuencia es más peligroso para el aparato auditivo o para la salud mental. Su eco, como un terremoto, retumbó durante un mes en el sur de África.
Hasta que Iniesta disparó y rompió la barrera del sonido.
Sólo entonces callaron.
Waka Waka
En realidad más que una palabra tendría que ser una frase, porque es casi imposible decir "Waka Waka" sin que le sigan los consabidos "eh, eh", o "porque esto es África".
La culpable de que medio mundo, si no entero, canturreara la estrofa machaconamente es Shakira, que puso voz a la canción oficial del Mundial de Sudáfrica. Tras saltar de los estadios llegó a todas las discotecas, fiestas populares o salones de celebraciones que se preciaran llevando a la concurrencia, incluso a la infanta Elena durante la celebración del título mundial de España, a mover, o al menos intentarlo, las caderas como la colombiana. Poco después de su lanzamiento hubo controversia sobre si la canción era un plagio, pero la propia Shakira se encargó rápidamente de aclarar que para componerla se había basado en ritmos populares africanos.
Plagio o no, lo que está claro es que la canción cumple muy bien con su función, transmite buen rollo y una vez que se escucha la palabra Waka ya es casi imposible sacarla de la cabeza.
Wikileaks
El 5 de abril de 2010 un vídeo cambió muchas cosas en la historia del periodismo.
No era la primera filtración importante de Wikileaks pero sí la primera que tuvo un impacto global: un vídeo mostraba como, el 12 de julio de 2007 en Bagdad, un helicóptero de combate de EEUU ametrallaba a varios civiles. Entre las víctimas figuran un fotógrafo de la agencia Reuters. Y eso fue solo el principio: luego llegaron las filtraciones con documentos sobre las guerras de Afganistán e Irak y, sobre todo, la gran filtración de los Papeles del Departamento de Estado, que publicó este diario entre otros. Wikileaks representa una alianza entre el nuevo y el viejo periodismo, sin las redacciones tradicionales los documentos no hubiesen tenido sentido sin los nuevos medios los documentos nunca hubiesen llegado al dominio público.
Y con Wikileaks llegó uno de los personajes de la década, su fundador e impulsor, Julian Assange, actualmente en libertad provisional en Londres.
Manuel
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