La torre será bautizada como Torre Jalifa, en honor al presidente de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), el jeque Jalifa bin Sayed al Nahyan.
En la ceremonia de hoy se ha revelado la altura exacta de la torre, que con 828 metros desbanca al rascacielos Taipei 1001 en Taiwán, hasta ahora el más alto del mundo con 509 metros de altura.
La torre emiratí, con 192 plantas, ha costado 1.500 millones de dólares y se han tardado cinco años en construirla.
El Burj Dubai es de los pocos rascacielos diseñados para un uso fundamentalmente residencial.
De Sus 160 plantas habitables, 108 son apartamentos. Y el 90% está vendido, según ha confirmado Mohamed al Abbar, uno de los directores de la compañía inmobiliaria Emaar, que ha construido la torre. El éxito en la venta de los apartamentos de la torre de Dubai, beneficiarán, según al Abbar, al mercado inmobiliario del emirato, que atraviesa una crisis financiera.
Un icono para Dubai
Ciertamente, no sólo la altura del nuevo rascacielos es espectacular, también el momento de su inauguración -tras el crash bursátil vivido allí el pasado noviembre- lo ha convertido en el símbolo de una ambición.
Dubai buscaba un icono al que no fuera fácil hacer sombra y se concentró no en superar récords cercanos, sino en doblarlos para evitar competidores.
Manuel
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