martes, enero 06, 2009

La felicidad en un mundo hecho trizas

Es evidente que el planeta no puede sostener a 6.700 millones de personas que vivan como lo hace la clase media actual en Norteamérica y Europa occidental, ni mucho menos los 9.000 millones previstos para mediados de siglo.
O excluimos a una gran parte de la humanidad de los beneficios de la prosperidad, o nuestra forma de vida tiene que cambiar.

El lema con el que casi todos nuestros líderes políticos y económicos comienzan 2009 es recuperar el crecimiento económico, cueste lo que cueste.
Como la tripulación de un velero en una tormenta, sólo quieren mantenerlo a flote y avanzar en alguna dirección, la que sea. Sin embargo, incluso cuando estemos en lo peor de la tormenta, que todavía no ha llegado, debemos mirar con atención el rumbo que estamos emprendiendo.

Para eso son necesarios líderes de primera categoría, pero también unos ciudadanos que exijan unos líderes así.
¿Me alegraría personalmente de tener que hacer los cambios de modo de vida que serían necesarios? Casi seguro que no. Pero, al menos, me gustaría saber cuáles serían.


TIMOTHY GARTON ASH 04/01/2009


Manuel
#334

No hay comentarios: