Nuestros compatriotas son superiores al resto de la humanidad, dicen los ultranacionalistas de cualquier país.
Mi religión es la única verdadera, los demás son peligrosos infieles, creen los fundamentalistas de cualquier dios.
Mi raza es superior, afirman los racistas; llegados a este punto, se puede justificar incluso la muerte del otro, del infrahumano.
Desgraciadamente, el Estado de Israel posee altísimas dosis de ultranacionalismo, fundamentalismo y racismo
Dicen que la crítica mundial contra la matanza en Gaza es antisemitismo, pero es que no se critica a Israel por lo que él mismo cree ser sobre todas las cosas, sino por lo que hace: asesinar, destruir y torturar hasta límites insoportables al pueblo palestino, uno de los más pobres e indefensos del planeta.
Hay que llevar a los tribunales por crímenes de guerra a los responsables del holocausto en Gaza... o volverá a repetirse.
RAÚL GARCÍA MARTÍN - Granada - 13/01/2009
Manuel
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